<p>Un total de 79 personas han muerto en el oeste de la República Democrática del Congo (RDC) por <strong>»una enfermedad de origen aún desconocido»</strong> desde el pasado 24 de octubre, informó esta madrugada el Ministerio de Salud Pública, Higiene y Bienestar Social a través de un comunicado de prensa.</p>
Los síntomas incluyen fiebre, dolores de cabeza, secreción nasal y tos, dificultad para respirar y anemia
Un total de 79 personas han muerto en el oeste de la República Democrática del Congo (RDC) por «una enfermedad de origen aún desconocido» desde el pasado 24 de octubre, informó esta madrugada el Ministerio de Salud Pública, Higiene y Bienestar Social a través de un comunicado de prensa.
En el suroeste del Congo se está investigando una enfermedad similar a la gripe que ha matado a decenas de personas en dos semanas, según informaron las autoridades locales, según recoge la agencia Associated Press. Las muertes se registraron entre el 10 y el 25 de noviembre en la zona sanitaria de Panzi, provincia de Kwango. El balance de víctimas que ha apuntado el vicegobernador provincial, Rémy Saki, a esta agencia de noticias, oscila entre 67 y 143 personas.
La enfermedad ha afectado a 376 personas, precisaron las autoridades sanitarias en un comunicado, al referir que la mayoría de los fallecidos son «niños mayores de 15 años», informa Efe.
El Ministerio señala la «preocupante situación en la zona», y ofrece su «profunda compasión a las familias afectadas por esta tragedia» a quien envía sus «más sinceras condolencias». Los síntomas de la enfermedad sin identificar, recogidos en el comunicado, incluyen fiebre, dolores de cabeza, secreción nasal y tos, dificultad para respirar y anemia. Para dar una «respuesta rápida y eficaz» al brote, el citado departamento ha decidido enviar un equipo de respuesta rápida a la zona afectada.
Un líder de la sociedad civil, Cephorien Manzanza, ha manifestado a la agencia de noticias Reuters que la situación es muy preocupante por el número creciente de personas infectadas. Además, un experto en enfermedades epidémicas en la zona dijo que la mayoría de los infectados son madres y niños.
Este equipo buscará garantizar el tratamiento inmediato de los casos denunciados, recolectará muestras de pacientes para análisis de laboratorio y realizará investigaciones en profundidad sobre el terreno para identificar la naturaleza de esta enfermedad.
Los resultados de los análisis de laboratorio «se comunicarán tan pronto como estén disponibles y se compartirán actualizaciones periódicas con la población y socios», indica el comunicado. A la espera de las conclusiones de las investigaciones en curso, el Ministerio instó a la población a «mantener la calma» y «estar alerta».
También pidió respetar estrictamente medidas preventivas como evitar reuniones masivas, informar de casos sospechosos o muertes inusuales a las autoridades sanitarias locales y seguir una higiene básica, incluido el lavado regular de manos con agua y jabón.
Las autoridades sanitarias reafirmaron finalmente su compromiso de proteger a la población y trabajar estrechamente con sus socios nacionales e internacionales para brindar «una respuesta rápida y efectiva a esta crisis sanitaria».
Desde Médicos sin Fronteras (MSF) aún no pueden dar respuestas desde el terreno sobre lo que sucede más allá de la comunicación de las administraciones locales. La delegación belga de MSF tiene previsto explorar la zona en los próximos días «para averiguar un poco más», aseguran desde fuentes del organismo.
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