Bolivia no cambia su modelo extractivista y en los últimos años reafirma su vocación exportadora de materias primas, minería y gas que busca incursionar en el litio. Sin cambios a la fecha, a pesar de avances en los no tradicionales como la soya y sus derivados, pero la mayoría de los productos agrícolas que se venden al mercado exterior son materia prima. Un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, siglas en inglés), muestran al país junto con Chile y Perú, más minero.
El mundo aún tiene un largo camino por recorrer para superar la dependencia de los recursos naturales, una situación en la que un país obtiene más del 60% de sus ingresos por exportaciones de mercancías de estas materias primas.
Bolivia alcanza 72% hasta mayo de la presente gestión, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), se observó un repunte de los no tradicionales y esto obedece a la caída de las ventas de materias primas.
La organización internacional señala que esos bienes pueden clasificarse en tres categorías: energía, minería y agricultura, ya sea el trigo o el café que consumimos, o metales como el cobre y el litio que nos ayudan a alimentar nuestra vida diaria.
Sin embargo, la arraigada dependencia de estos productos primarios, que desde hace tiempo ha sido motivo de preocupación mundial, obstaculiza el desarrollo industrial y amenaza la estabilidad fiscal de los países cuando los precios globales se vuelven volátiles.
Es alarmante que la dependencia de los productos básicos prevalezca en economías estructuralmente débiles y vulnerables, afectando a más del 80% de los países menos adelantados y los países en desarrollo sin litoral, y aproximadamente al 60% de los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID).
En términos más generales, dos tercios de los países en desarrollo (95 de 143) siguieron dependiendo de los productos básicos durante 2021 y 2023, según la última edición del informe “El Estado de la Dependencia de los Productos Básicos”, publicado por la ONU para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) el 21 de julio.
Las exportaciones de materias primas siguen siendo fundamentales para la economía mundial, representando el 32,7% del comercio internacional en términos de valor entre 2021 y 2023, una ligera disminución respecto al 35,5% de la década anterior, señala la nota.
En comparación con los mismos períodos, el valor del comercio mundial de bienes aumentó un 25,6%, mientras que el del comercio de materias primas se expandió con relativa lentitud, tan solo un 15,5%.
Este cambio pone de relieve que los países que exportan principalmente materias primas podrían perderse los beneficios más amplios del comercio mundial, cada vez más impulsados por la diversificación, la innovación y la producción de valor añadido, advirtió.
Estructural
Al respecto de las exportaciones bolivianas, el economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, sostiene que el problema es estructural, ya que la economía boliviana depende de los recursos naturales.
Explica que los países en desarrollo no alcanzaron su objetivo debido a la explotación y venta de los recursos naturales, los commodities como se lo conoce en el mercado internacional. Bolivia siempre tuvo este problema. “50 años vive de minería y gas”, apuntó a tiempo de indicar que no pudo ampliar su estructura productiva y desarrollar otros productos, como se hablaba de la soya y quinua.
“Nuestro crecimiento estuvo a merced de los commodities y el precio internacional”, resaltó el economista. Recordó que entre 2013-2014 se registró el boom de precios altos de los recursos naturales, llegó al país recursos significativos por la venta de gas y minerales, aunque en 2015 empezó a bajar y se agudizó por no incentivar la exploración.
La falta de inversión es identificada como uno de los problemas que tiene el país para ampliar la base productiva y la oferta exportable, además de la tecnología. También juegan un papel importante los gobernantes, que no tuvieron una visión de aumentar productos con valor agregado.
Recordó que entre el 50 y 60 Bolivia competía en el mercado del estaño con Malasia, a la fecha el país mantiene su actividad y la nación asiática cambió su estructura productiva.
Indicó que la inversión y la tecnología viene acompañada de la capacitación de los recursos humanos, sin embargo, fue descuidado por las autoridades nacionales en los últimos años.
Respecto al incremento de los no tradicionales en las exportaciones, Bernal señaló que no se ha podido lograr mucho valor agregado de la soya, quinua y otros productos, “seguimos a nivel mundial como país productor de materias primas”.
Promesas
Por su parte, el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, lamentó que, a pesar de las promesas de las autoridades, de industrialización y sustitución de importaciones, la matriz productiva no cambió.
“Lo evidente es que las exportaciones no tradicionales aún representan un nivel bajo, 28% de las exportaciones totales del país, mientras los tradicionales, hidrocarburos y minerales, representan 72%, con datos a mayo de la gestión 2025”, apuntó.
Es triste que nuestro comercio exterior se va deteriorando por la escasez de dólares, lamentó y mencionó que la variación en volumen y valor ha caído en 7% respecto al mismo período de enero a mayo de 2024.
En esta gestión el golpe ha sido duro en los productos tradicionales, cayendo el volumen a 24% y en valor 5%, explicó.
Para Romero, las exportaciones decrecieron por los precios desfavorables de las materias primas en los mercados internacionales, la muestra clara está en hidrocarburos y minería.
Los productos no tradicionales todavía no tienen el apoyo estatal tanto en el área administrativa, fiscal y normativa para dar mejores condiciones, más todo lo contrario se han incrementado algunos vetos, que con muchas dificultades han logrado levantar (los productores y exportadores), manifestó.
“En ese sentido creo que, pensar que nuestra economía va exportar valor agregado, productos manufacturados, propias de una economía industrializada, va tomar un buen tiempo”, concluyó.
La entrada Bolivia sin cambios en matriz exportadora, recursos naturales destacan en últimos años se publicó primero en El Diario – Bolivia.
Bolivia no cambia su modelo extractivista y en los últimos años reafirma su vocación exportadora de materias primas, minería y gas que busca incursionar en el litio. Sin cambios a la fecha, a pesar de avances en los no tradicionales como la soya y sus derivados, pero la mayoría de los productos agrícolas que se
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Bolivia no cambia su modelo extractivista y en los últimos años reafirma su vocación exportadora de materias primas, minería y gas que busca incursionar en el litio. Sin cambios a la fecha, a pesar de avances en los no tradicionales como la soya y sus derivados, pero la mayoría de los productos agrícolas que se venden al mercado exterior son materia prima. Un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, siglas en inglés), muestran al país junto con Chile y Perú, más minero.
El mundo aún tiene un largo camino por recorrer para superar la dependencia de los recursos naturales, una situación en la que un país obtiene más del 60% de sus ingresos por exportaciones de mercancías de estas materias primas.
Bolivia alcanza 72% hasta mayo de la presente gestión, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), se observó un repunte de los no tradicionales y esto obedece a la caída de las ventas de materias primas.
La organización internacional señala que esos bienes pueden clasificarse en tres categorías: energía, minería y agricultura, ya sea el trigo o el café que consumimos, o metales como el cobre y el litio que nos ayudan a alimentar nuestra vida diaria.
Sin embargo, la arraigada dependencia de estos productos primarios, que desde hace tiempo ha sido motivo de preocupación mundial, obstaculiza el desarrollo industrial y amenaza la estabilidad fiscal de los países cuando los precios globales se vuelven volátiles.
Es alarmante que la dependencia de los productos básicos prevalezca en economías estructuralmente débiles y vulnerables, afectando a más del 80% de los países menos adelantados y los países en desarrollo sin litoral, y aproximadamente al 60% de los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID).
En términos más generales, dos tercios de los países en desarrollo (95 de 143) siguieron dependiendo de los productos básicos durante 2021 y 2023, según la última edición del informe “El Estado de la Dependencia de los Productos Básicos”, publicado por la ONU para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) el 21 de julio.
Las exportaciones de materias primas siguen siendo fundamentales para la economía mundial, representando el 32,7% del comercio internacional en términos de valor entre 2021 y 2023, una ligera disminución respecto al 35,5% de la década anterior, señala la nota.
En comparación con los mismos períodos, el valor del comercio mundial de bienes aumentó un 25,6%, mientras que el del comercio de materias primas se expandió con relativa lentitud, tan solo un 15,5%.
Este cambio pone de relieve que los países que exportan principalmente materias primas podrían perderse los beneficios más amplios del comercio mundial, cada vez más impulsados por la diversificación, la innovación y la producción de valor añadido, advirtió.
Estructural
Al respecto de las exportaciones bolivianas, el economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, sostiene que el problema es estructural, ya que la economía boliviana depende de los recursos naturales.
Explica que los países en desarrollo no alcanzaron su objetivo debido a la explotación y venta de los recursos naturales, los commodities como se lo conoce en el mercado internacional. Bolivia siempre tuvo este problema. “50 años vive de minería y gas”, apuntó a tiempo de indicar que no pudo ampliar su estructura productiva y desarrollar otros productos, como se hablaba de la soya y quinua.
“Nuestro crecimiento estuvo a merced de los commodities y el precio internacional”, resaltó el economista. Recordó que entre 2013-2014 se registró el boom de precios altos de los recursos naturales, llegó al país recursos significativos por la venta de gas y minerales, aunque en 2015 empezó a bajar y se agudizó por no incentivar la exploración.
La falta de inversión es identificada como uno de los problemas que tiene el país para ampliar la base productiva y la oferta exportable, además de la tecnología. También juegan un papel importante los gobernantes, que no tuvieron una visión de aumentar productos con valor agregado.
Recordó que entre el 50 y 60 Bolivia competía en el mercado del estaño con Malasia, a la fecha el país mantiene su actividad y la nación asiática cambió su estructura productiva.
Indicó que la inversión y la tecnología viene acompañada de la capacitación de los recursos humanos, sin embargo, fue descuidado por las autoridades nacionales en los últimos años.
Respecto al incremento de los no tradicionales en las exportaciones, Bernal señaló que no se ha podido lograr mucho valor agregado de la soya, quinua y otros productos, “seguimos a nivel mundial como país productor de materias primas”.
Promesas
Por su parte, el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, lamentó que, a pesar de las promesas de las autoridades, de industrialización y sustitución de importaciones, la matriz productiva no cambió.
“Lo evidente es que las exportaciones no tradicionales aún representan un nivel bajo, 28% de las exportaciones totales del país, mientras los tradicionales, hidrocarburos y minerales, representan 72%, con datos a mayo de la gestión 2025”, apuntó.
Es triste que nuestro comercio exterior se va deteriorando por la escasez de dólares, lamentó y mencionó que la variación en volumen y valor ha caído en 7% respecto al mismo período de enero a mayo de 2024.
En esta gestión el golpe ha sido duro en los productos tradicionales, cayendo el volumen a 24% y en valor 5%, explicó.
Para Romero, las exportaciones decrecieron por los precios desfavorables de las materias primas en los mercados internacionales, la muestra clara está en hidrocarburos y minería.
Los productos no tradicionales todavía no tienen el apoyo estatal tanto en el área administrativa, fiscal y normativa para dar mejores condiciones, más todo lo contrario se han incrementado algunos vetos, que con muchas dificultades han logrado levantar (los productores y exportadores), manifestó.
“En ese sentido creo que, pensar que nuestra economía va exportar valor agregado, productos manufacturados, propias de una economía industrializada, va tomar un buen tiempo”, concluyó.
La entrada Bolivia sin cambios en matriz exportadora, recursos naturales destacan en últimos años se publicó primero en El Diario – Bolivia.
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