<p>»La situación está al límite». Con estas palabras resume el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, su preocupación sobre el estado de la profesión en España. </p>
El 23% ha pedido la baja laboral y el 60% ha pensado en dejar la profesión en algún momento, señala una encuesta
«La situación está al límite». Con estas palabras resume el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, su preocupación sobre el estado de la profesión en España.
El organismo que preside acaba de llevar a cabo una macroencuesta con más de 10.000 enfermeras que muestra una «situación insostenible», señala.
Según los datos del sondeo, cuyas conclusiones se presentaron en rueda de prensa este lunes, el 88,3% considera que la presión asistencial a la que están sometidos les afecta psicológicamente mucho o bastante. Así, el 86,1% manifiesta haber tenido episodios de estrés, el 66,6% de ansiedad, el 60% ha tenido insomnio y el 27,2% declara haber sufrido depresión por su situación laboral.
Al evaluar el volumen de trabajo, los profesionales sanitarios lo puntúan con un 8,62 sobre 10, una cifra que crece entre los sanitarios del área sociosanitaria (8,91) y hospitalización (8,81).
El 56,1% de los encuestados considera que la situación ha empeorado con respecto a la pandemia, un dato que Pérez Raya subrayó durante su intervención. «Es imprescindible hacer algo o la tendencia es a que se produzca una quiebra en el sistema sanitario español», indicó.
Hace dos semanas, el Consejo presentó un análisis en el que estimaba que hacen falta casi 123.000 enfermeras y enfermeros para lograr llegar a las ratios europeas y poder así atender de forma óptima a los pacientes, recordó Pérez Raya.
El 23% de los encuestados, señala el sondeo, se ha visto obligado a pedir la baja por problemas derivados de la carga emocional que les genera la presión asistencial.
Este porcentaje es significativamente superior al 16,5% que manifestó lo mismo en 2022, cuando se llevó a cabo un sondeo similar.
«El aumento es preocupante y llamativo», subrayó durante la comparecencia Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería, quien hizo hincapié en otro dato reflejado por la encuesta, el hecho de que «seis de cada 10 profesionales declaren que han pensado en dejar la profesión en algún momento».
«En 2022, este porcentaje estaba en el 46,5%, lo que muestra una tendencia y una situación insostenibles».
En la misma línea Fontán, añadió que el 36% de los profesionales encuestados señalaron que no volverían a estudiar enfermería si tuvieran la oportunidad de dar marcha atrás, un porcentaje que era del 28,4% en 2022.
El 63,1% de los profesionales encuestados declara asimismo que ha necesitado ayuda profesional a nivel psicológico, si bien según los datos del sondeo sólo el 37,8% ha tenido acceso a esa ayuda.
«Ver que un 60% de las enfermeras se plantea abandonar me hace sentir pena, pero también rabia. Rabia porque nuestra clase política y los que tienen que apostar por la profesión han decidido abandonarnos», remarcó Florentino Pérez Raya.
«Podemos afirmar que la situación es muy grave, urge poner en marcha estrategias concretas», añadió Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería, quien recordó que un 34% de la muestra estudiada se ha llegado a plantear la prejubilación y asumir el impacto económico que supone y que en 2023 1.475 profesionales solicitaron la documentación necesaria para marcharse a trabajar al extranjero.
Además de la sobrecarga asistencial, la encuesta ha valorado las condiciones laborales y de la profesión, consiguiendo el apoyo unánime a la demanda del reconocimiento de la categoría A. Un 96,8% de los encuestados lo consideran muy o bastante importante.
Por otro lado, el desarrollo de las especialidades (2,19), la conciliación de la vida familiar y laboral (2,73) y el reconocimiento del desarrollo profesional (2,92) son los parámetros que peor puntuación consiguen.
«Estamos ahora mismo en una situación casi caótica», insistió Pérez Raya, quien añadió que «la única solución es apostar por la enfermería, que aumenten las ratios, nos den competencias y se eleve el nivel profesional».
«Las promesas no sirven, tenemos que tener realidades», concluyó.
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