<p>La ministra de <a href=»https://www.elmundo.es/t/sa/sanidad.html» target=»_blank»>Sanidad</a>, <a href=»https://www.elmundo.es/madrid/monica-garcia.html» target=»_blank»>Mónica García</a>, ha presentado esta mañana al Consejo de Ministros la <i>Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028</i>. Una hoja de ruta que persigue fortalecer la industria del sector para garantizar el acceso a medicamentos de calidad, a la vez que fomenta la innovación y asegura la sostenibilidad del sistema.</p>
Esta hoja de ruta establece los ejes de trabajo que garanticen la autonomía del sector sanitario para los próximos cuatro años: acceso equitativo a los medicamentos, sostenibilidad del SNS y la promoción de la innovación y competitividad de la industria
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha presentado esta mañana al Consejo de Ministros la Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028. Una hoja de ruta que persigue fortalecer la industria del sector para garantizar el acceso a medicamentos de calidad, a la vez que fomenta la innovación y asegura la sostenibilidad del sistema.
«Un hito sin precedentes fruto del esfuerzo conjunto de cuatro ministerios y las patronales del sector«, ha valorado la ministra sobre el trabajo interministerial en el que han participado los Ministerios de Sanidad, Hacienda, Industria y Turismo, y Ciencia, Innovación y Universidades, junto con las principales patronales de la industria farmacéutica en España: Farmaindustria, AESEG, BioSim, AFAQUIM y ASEBIO.
La pandemia y los problemas de desabastecimientos puntuales han puesto al descubierto las necesidades estratégicas en materia de desarrollo y autonomía farmacológica. Esto ha puesto de manifiesto la importancia de reducir la dependencia del exterior en la producción de medicamentos. «A esto se le suma una creciente presión por acceder rápidamente a nuevos medicamentos innovadores, con las dificultades para al acceso y la sostenibilidad del sistema que ello conlleva», ha asegurado García.
Cabe recordar que el germen de esta hoja de ruta tuvo lugar hace dos años. Entonces, con Carolina Darias como responsable de la cartera sanitaria, se sentaban junto a ella y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, más de una veintena de CEO mundiales de los principales laboratorios con presencia en España y algunos nacionales. Entonces sí, la industria dibujó las cifras que materializan la propuesta: una inversión de 8.000 millones, 4.500 empleos jóvenes y 48.000 millones en exportaciones en los próximos tres años.
Fuentes del sector esperaban la llegada de esta hoja de ruta antes, dado que los trabajos llevan en marcha desde hace más de un año. En septiembre de 2023, José Manuel Miñones, entonces ministro de Sanidad del Gobierno de España, anunciaba este como uno de los temas clave que iban a poner sobre la mesa en la reunión de presidentes de la UE de octubre.
Sin embargo, fue Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, quien ya anunciaba el pasado mes de septiembre que el plan vería la luz en los próximos meses. Entonces, destacaba que «mejorará la transparencia en las decisiones de financiación, preservando la confidencialidad para garantizar la capacidad de negociación del Ministerio de Sanidad con las compañías farmacéuticas».
La Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028 busca impactar en tres aspectos clave del sector farmacéutico: el acceso equitativo a los medicamentos, la sostenibilidad del SNS y la promoción de la innovación y competitividad de la industria. Con estos objetivos, la estrategia promueve un ecosistema en el que innovación, producción, acceso a medicamentos y sostenibilidad se integren en un mismo enfoque. Se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España y, a su vez, contribuye a la Estrategia Farmacéutica Europea.
Desde Farmaindustria manifiestan que se trata de «una oportunidad única de convertir a España en un referente mundial en innovación e industrialización biofarmacéutica y constituir un gran pilar para el futuro sanitario, económico y social de nuestro país». Fina Lladós, su presidenta, afirma en un comunicado que «queremos seguir trabajando con el Gobierno en el desarrollo de esta Estrategia con el propósito común de que se traduzca en una mejora real de salud y prosperidad con una mirada a largo plazo».
«La UE ha situado a nuestro sector como uno de los sectores industriales estratégicos en Europa. Por eso creemos que el momento actual es único, con un escenario de oportunidades que tanto el sector como el país deben saber aprovechar», destaca el director general de Farmaindustria, Juan Yermo.
Por otro lado, la futura puesta en marcha de la «Reserva Estratégica basada en las Capacidades Nacionales de Producción Industrial» (RECAPI) es un ejemplo de las medidas que se están tomando para asegurar el suministro de medicamentos críticos en caso de futuras crisis sanitarias. Este paso se enmarca dentro de la iniciativa de reindustrialización del ministerio que lideraJordi Hereu. «Mediante este mecanismo realizamos un catálogo de nuestras fortalezas e identificamos las empresas que pueden cubrir las necesidades básicas», ha manifestado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Esta hoja de ruta se enmarca dentro del proyecto de Ley de Industria y Autonomía Estratégica que «tiene como objetivo la reindustrialización, generar oportunidades de equidad social y territorial, garantizar autonomía estratégica, la atracción de nuevas inversiones industriales a España, el impulso de la innovación y la competitividad, la descarbonización de la industria y la transición digital», ha comentado Hereu. En concreto, la Estrategia busca fortalecer la resiliencia del sistema y garantizar la atención sanitaria a la población española.
«Desde la industria se vive un momento dulce, a nivel social y político se ve como un ámbito de valor, pero hace falta ponerle más interés y recursos», aseguraba Jordi García Brustenga, director general de Estrategia Industrial y de la Pyme del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en un encuentro del sector hace unos meses. Al tiempo, señalaba las cualidades de este sector, que bien encuadran con las que se persiguen para la reindustrialización del país: «Tiene múltiples esferas en las que impacta: social, económica, sanitaria, innovación…».
Además, esta estrategia trata de establecer las líneas de la política farmacéutica de los próximos años, dotando de estabilidad y predictibilidad al marco normativo en el ámbito de los medicamentos. García enmarca este avance siguiendo las ideas de la economista Mariana Mazzucato, «la Estrategia defiende el papel fundamental de las instituciones públicas para orientar las prioridades de la próxima década, desde enfermedades crónicas, terapias avanzadas o medicina de precisión, situando las demandas de los pacientes por encima de la oferta de las compañías».
Los ejes principales de la Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028
- Acceso. Garantizar el acceso equitativo y justo a los medicamentos, cubriendo las necesidades médicas no cubiertas y asegurando la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS).
- Innovación. Fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i) en el sector farmacéutico.
- Autonomía estratégica. Asegurar la competitividad del sector y su contribución a la autonomía estratégica a través de una cadena de suministro sólida, resiliente y ecosostenible.
La estrategia se basa en un enfoque de ecosistema, reconociendo la interrelación entre la innovación, la producción y el acceso a los medicamentos. También destaca la importancia de la colaboración entre todos los actores involucrados, incluyendo el gobierno, las comunidades autónomas, los pacientes, los profesionales sanitarios y la industria farmacéutica. La ministra de Sanidad ha manifestado que el horizonte temporal será los próximos cuatro años, e «implantará medidas legislativas y no legislativas que favorezcan un mayor liderazgo público en toda la cadena del medicamento, una mayor prioridad de la salud del paciente en la investigación y una mayor autonomía estratégica del sector».
Entre las medidas que contempla la Estrategia destacan:
- Crear un sistema para la evaluación de la eficiencia de las tecnologías sanitarias y la financiación y fijación de precio de medicamentos.
- Mejorar la evaluación de tecnologías sanitarias y el acceso oportuno a los medicamentos.
- Fomentar el uso de medicamentos genéricos y biosimilares.
- Incrementar la financiación en investigación clínica y preclínica.
- Reforzar las estructuras de soporte críticas en investigación clínica y preclínica.
- Impulsar la regulación y la autonomía estratégica.
La implementación será mediante un esquema de gobernanza que fomente la colaboración público-privada. Este modelo de colaboración, que podría servir de ejemplo para otros sectores, se encuentra reflejado también en la nueva ley de industria aprobada por el Consejo de Ministros. El esquema incluye:
- Comité Interministerial de seguimiento, encargado de supervisar la ejecución de la Estrategia a nivel gubernamental.
- Comité mixto administración-industria, facilita la cooperación y el diálogo entre el sector público y el privado.
- Alianza para la Estrategia, un espacio que reúne al Comité Interministerial con agentes públicos y privados para impulsar la participación y el trabajo conjunto.
El sector farmacéutico es una industria en crecimiento. Se estima que el valor del mercado farmacéutico mundial en 2028 alcance los 2,3 billones de dólares. En Europa emplea a cerca de 900.000 personas de manera directa y aproximadamente tres veces más de manera indirecta, y en España genera más de 270.000 puestos de trabajo (de ellos 56.000 directos). En 2021, la industria farmacéutica invirtió 24.533 millones de euros en investigación y desarrollo (I+D+I).
España es el cuarto mercado farmacéutico de la Unión Europea en términos de facturación y el noveno a nivel mundial. Cuenta con 174 plantas de producción de medicamentos, de las cuales 106 son de medicamentos de uso humano.
En 2023, el país exportó productos farmacéuticos por valor de 21,9 mil millones de euros, siendo la tercera exportación nacional por importe, mientras que el valor de los productos farmacéuticos importados ascendió a 24,8 mil millones de euros. La industria farmacéutica invirtió 1.400 millones de euros en investigación y desarrollo en 2022, sobre todo en investigación clínica (834 millones de euros).
España es el principal foco europeo de ensayos clínicos con medicamentos, solo por detrás de los Estados Unidos y China a nivel mundial, ostentando una relevancia especial en ciertos ámbitos de investigación como el de la oncología y oncohematología.
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