<p>Las mujeres con un historial de endometriosis podrían tener un mayor riesgo a largo plazo de muerte prematura, según un estudio realizado en Estados Unidos y publicado en el último número de la revista <a href=»https://www.bmj.com/content/387/bmj-2023-078797″ target=»_blank»><i>British Medical Journal</i></a>. </p>
Un estudio que ha hecho un seguimiento durante más de 30 años a 110.000 mujeres señala que el riesgo de muerte, sobre todo debida a tumores ginecológicos, aumenta en mujeres con este trastorno
Las mujeres con un historial de endometriosis podrían tener un mayor riesgo a largo plazo de muerte prematura, según un estudio realizado en Estados Unidos y publicado en el último número de la revista British Medical Journal.
La endometriosis se produce cuando tejido similar al que recubre el útero crece en otros lugares del organismo, como los ovarios o las trompas de Falopio, lo que puede genera complicaciones y dolor.
Hay evidencias de que este trastorno, así como los miomas (tumores uterinos benignos), se asocian con un mayor riesgo de enfermedades crónicas, como hipertensión, enfermedad cardiovascular o cáncer. Sin embargo, su impacto sobre el riesgo de muerte prematura no se había analizado en profundidad.
Para explorar este riesgo, los investigadores, dirigidos por Yi-Xin Wang, del departamento de Salud Ambiental de la Universidad Shanghai Jiao Tong (China), analizaron los datos de 110.091 mujeres que formaron parte de otro estudio, el Nurses’ Health Study II, con un seguimiento de más de 30 años. Al inicio del trabajo, en 1989, las mujeres tenían entre 25 y 42 años y no padecían ni endometriosis ni miomas, entre otros trastornos.
Cada dos años durante el seguimiento, los investigadores analizaron si las participantes referían haber sido diagnosticadas de endometriosis o miomas. Entre otras cuestiones, también tuvieron en cuenta la influencia de factores como la edad, el peso, el historial reproductivo, la actividad física, hábitos como el tabaquismo, etc.
En los 30 años analizados se registraron 4.356 muertes prematuras, 1.459 de ellas por cáncer, 304 por trastornos cardiovasculares y 90 por enfermedades de tipo respiratorio.
El análisis de los datos mostró que la tasa de muerte prematura era de 2 por 1.000 personas en mujeres con endometriosis, mientras que bajaba a 1,4 por 1.000 en aquellas que no habían sufrido el trastorno.
Teniendo en cuenta posibles factores de confusión, se estimó que la endometriosis se asociaba con un riesgo de muerte prematura que era un 31% mayor. Sobre todo se asociaba con muertes debidas a tumores ginecológicos.
La investigación no encontró, en cambio, ninguna relación entre los miomas o fibromas uterinos y el riesgo global de muerte prematura, aunque sí se incrementó el de muerte por tumores ginecológicos.
En sus conclusiones, los investigadores reconocen que se trata de un estudio observacional, basado en los testimonios de las participantes, por lo que sus conclusiones pueden tener sesgos. Del mismo modo, también resaltan que la mayoría de las participantes eran mujeres estadounidenses blancas y trabajadoras sanitarias, lo que implica que los resultados podrían no ser aplicables a otros grupos. En cualquier caso, subrayan que se trata de un trabajo con muchas participantes y un seguimiento prolongado, por lo que reclaman más investigaciones sobre esta posible relación.
Para Francisco Carmona, ginecólogo especializado en endometriosis, patología ginecológica benigna y cirugía ginecológica por laparoscopia, «este estudio ofrece una contribución significativa al entendimiento de los efectos a largo plazo de la endometriosis y los miomas uterinos sobre la mortalidad. La participación de un grupo de investigación reconocido internacionalmente en el ámbito de la endometriosis añade peso y credibilidad al trabajo«, ha señalado en declaraciones a Science Media Center España (SMC). Sin embargo, continúa el especialista, «las limitaciones identificadas, como la evolución de los criterios diagnósticos y el impacto de procedimientos como la ooforectomía, deben ser abordadas en investigaciones futuras para maximizar el alcance y la utilidad práctica de estos hallazgos en la mejora de la salud de las mujeres».
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