<p>Hace casi una semana tuvo lugar una comparecencia para informar de la DANA de los directores generales de la Policía Nacional, Guardia Civil y de Salud Pública. Si bien podía traer al público general recuerdos de las ruedas de prensa en plena pandemia, la situación fue distinta. Otro fue el portavoz de Sanidad, que <strong>no fue Fernando Simón</strong>, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), sino <a href=»https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2024/11/08/672cfeede85eceb5318b4594.html» target=»_blank»>Pedro Gullón, director de Salud Pública</a>.</p>
El grupo de coordinación de la respuesta de Salud Pública para la DANA está formado por expertos en salud pública y epidemiología de Sanidad y la Generalitat
Hace casi una semana tuvo lugar una comparecencia para informar de la DANA de los directores generales de la Policía Nacional, Guardia Civil y de Salud Pública. Si bien podía traer al público general recuerdos de las ruedas de prensa en plena pandemia, la situación fue distinta. Otro fue el portavoz de Sanidad, que no fue Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), sino Pedro Gullón, director de Salud Pública.
En su intervención explicó las sinergias con la Generalitat para vigilar las infecciones y posibles derivadas en la salud de los valencianos actuales, a medio y largo plazo. Al contrario de lo que se ha dicho estos días, en ningún momento, ni Fernando Simón ni el CCAES son los últimos responsables de las actuaciones en el terreno.
Como explicó Gullón a EL MUNDO la semana pasada se trata de un grupo de trabajo coordinado con diferentes instituciones que se coordina desde Salud Pública en Sanidad y la Generalitat. «Ante una situación así, especialmente en algunas áreas concretas, creo que es muy difícil trabajar sin la gente que está ahí, que conoce el terreno. En salud pública se trabaja siempre a muchos niveles».
El grupo de coordinación de la respuesta de Salud Pública para la DANA está formado por expertos en salud pública y epidemiología de la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat Valenciana, junto con el CCAES y la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, la Agencia Española del Medicamento (Aemps), Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) y el Instituto de Salud Carlos III. Asimismo, se ha confirmado la creación de un grupo asesor de sociedades científicas, coordinado por el científico de Salud Pública para la DANA, Salvador Peiró.
El medio hídrico es el principal foco de la atención de los nuevos protocolos, tanto por ser el origen de las infecciones como el caldo de cultivo para el futuro. Por eso, el responsable de Salud Pública aseguró que «debe quedar claro que sí hay y va a haber controles reforzados de agua, especialmente buscando los potenciales riesgos microbiológicos más asociados a una inundación».
Hace una semana un equipo conjunto del CCAES, con María José Sierra al frente, que no Simón, se desplazó a la región para trabajar con la consejería en la prevención de brotes. Lo primero que elaboraron fue un protocolo de vigilancia epidemiológico que incluye una evaluación diaria de la situación, con el objetivo de detectar de forma precoz cualquier brote de infección y controlar su evolución.
Un ejemplo de su funcionamiento ha sido la detección de los dos casos de leptospirosis. «No se trata de dar un parte diario, pero sí de ir contando a la población de los problemas más importante», como insiste Gullón. «Con esto tratamos de informar a la población, frente a la cantidad de bulos que hay».
El responsable señala que «ante una situación así, especialmente en algunas áreas concretas, creo que es muy difícil trabajar sin la gente que está ahí, que conoce el terreno. En salud pública se trabaja siempre a muchos niveles». Para llevarlo a cabo cuentan con el personal sanitario de los centros asistenciales. «Lo que lo que hemos hecho en conjunto con la Generalitat es establecer una serie de síntomas o una serie de síndromes que se tienen que vigilar especialmente en todos los centros asistenciales: atención primaria, urgencias de otros servicios, centros públicos y privados, etcétera», detalla el director de Salud Pública.
Las características de cada caso quedan registradas en unos cuestionarios que son remitidos a Salud Pública de la Generalitat Valenciana al día al día siguiente. «De esta manera podemos tener un control real», recalca Gullón. «Algunos conllevan a que clínicamente se confirmen en el laboratorio, otros no. Hemos establecido que toda la información de los clínicos llegue a Salud Pública de la Generalitat y también a la Administración General del Estado por el Centro Nacional de Epidemiología del CCAES».
Por eso, el responsable ministerial asume que, aunque «estos protocolos están muy adaptados a las características de la Generalitat Valenciana, que ellos conocen mucho más el terreno», sí que han venido para quedarse y tenerse presentes. «Podemos hablar de que estamos en una época en la que seguramente este tipo de eventos climatológicos más extremos se puedan producir con más frecuencia o con intensidad mayor de lo que se producían antes. Creo que tenemos que trabajar no ya solo en este en este protocolo de detección de enfermedades, sino en conjunto trabajos con todas las CCAA de respuesta en salud más global».
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